Un problema de salud mental se convierte en una enfermedad cuando los síntomas se hacen permanentes, causan mucho malestar y afectan la capacidad de la persona para funcionar con normalidad en su día a día (por ejemplo, en el trabajo, la escuela, o en sus relaciones familiares y sociales).

En la mayor parte de los casos, los síntomas pueden tratarse combinando distintos tipos de tratamiento. Estos pueden ir desde los más convencionales (como el tratamiento psicológico y/o psiquiátrico), hasta los más innovadores (como la Neuroestimulación). Con relación a estos últimos, se sabe que en algunos trastornos psiquiátricos y neurológicos existen distintas regiones y estructuras cerebrales que no funcionan correctamente.

Neuropsicología

A menudo, las personas que padecen trastornos neurológicos, psiquiátricos o psicológicos (enfermedad de Alzheimer, TDAH, etc.) presentan alteraciones de las funciones cognitivas. Éste es el nombre que se le da a ciertas capacidades, como la de aprender y recordar información (memoria), organizar, planificar y resolver problemas, concentrarse y mantener la atención, entender y utilizar el lenguaje, reconocer correctamente (percibir) diferentes elementos del entorno, y realizar cálculos, entre otros. Desde la Neuropsicología, en el Instituto Brain 360 atendemos, de forma transversal e integrada, este tipo de dificultades, para poder proporcionar la orientación más adecuada en cada caso.